rick clark
Director de Asuntos Ambientales y Regulatorios
Tecnologías WaterIQ™
Históricamente, los huracanes y las tormentas importantes causan estragos en nuestros sistemas de agua, provocando inundaciones inmediatas y problemas de turbidez. Pero meses después pueden surgir otros problemas peligrosos. Los datos y los informes anecdóticos predicen un aumento de la proliferación de algas nocivas (FAN) en las estaciones cálidas posteriores a estos eventos catastróficos debido a muchos factores, incluidas cantidades excesivas de lluvia, escorrentía de nutrientes y mayor capacidad de agua contenida en embalses y lagos.
En Florida, la abundancia de lluvias del huracán Ian en 2022 inundó ciudades, campos, campos de golf y tierras agrícolas. La inundación condujo a la liberación de un exceso de nutrientes generalmente ligados a los sedimentos. La escorrentía de nutrientes de los fertilizantes y herbicidas agrícolas, los tanques sépticos y los desechos de plantas y jardines terminaron en los lagos, arroyos, ríos y, en última instancia, en el Golfo de México. La escorrentía de fertilizantes y herbicidas contiene altas cantidades de nitrógeno y fósforo, lo que hace posible que se activen las HAB y la marea roja, según Hans Paerl, científico marino y ambiental de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. Además, los árboles, las hojas y los arbustos son arrastrados a las vías fluviales, agotando el oxígeno durante la descomposición. El agotamiento del oxígeno puede provocar la mortalidad de la vida marina, lo que sucedió de manera similar en los meses y años posteriores al huracán Irma en 2017, matando a casi 600 tortugas marinas, 200 manatíes y más de 200 delfines.
Otro fenómeno grave durante las grandes tormentas surge del afloramiento y la rotación dentro de los sistemas de lagos y estanques. El afloramiento y la rotación describen cuando una bahía o un lago poco profundo retrocede de un lado a otro antes de un huracán o un evento de viento fuerte, lo que hace que agua profunda, más fría y rica en nutrientes suba a la superficie. Luego, cuando el agua vuelve al equilibrio dentro de la bahía o el lago, las HAB se alimentan de los nuevos nutrientes encontrados. El mismo concepto ocurre dentro de los lagos que experimentan inundaciones durante grandes tormentas cuando se alteran los sedimentos. El exceso de nutrientes se devuelve a la columna de agua, lo que permite que crezcan algas y cianobacterias, lo que contribuye a la degradación continua de presas, lagos, ríos y embalses, y aumenta exponencialmente la presión sobre las plantas de tratamiento de aguas residuales y purificación de agua.
Conocer estos factores ambientales es esencial para comprender la importancia de tomar medidas de precaución para mitigar la aparición de estas floraciones de algas y cianobacterias antes de que se salgan de control. La protección de la salud pública, el ganado y la vida silvestre de las cianobacterias productoras de toxinas debe estar al frente de nuestras acciones a medida que avanzamos hacia los meses de primavera y verano.
¡Adelántese a la curva para asegurarse de que puede lidiar con las próximas tormentas y la subsiguiente temporada de HAB!